Conociendo a los jóvenes chiclayanos
Hay tantos pensamientos “clichés” que pasaban por mi mente cuando me puse a escribir sobre cómo son los y las jóvenes en Chiclayo, que conocerlos ha sido una experiencia reveladora que me ha cambiado, y que sus sonrisas son las mayores recompensas. Sin embargo, las cosas a veces son cliché por alguna razón, y tienen una verdad que cubre muchas épocas y situaciones. Aunque mi experiencia quizás no sea única, hay miles de mujeres que participan en el trabajo voluntario en países extranjeros cada año. Lo especial es que los jóvenes con quienes trabajo son individuos únicos al igual que yo. Así que mientras enseñe un currículo que se enseña en otras clases y en al menos otros cinco países, no es posible que nuestra experiencia sea simplemente una repetición. Será único porque la gente es única.
Recientemente terminé de enseñar a una clase de 16 estudiantes un curso sobre empleabilidad. El curso discute todo, desde escribir un currículum hasta la ley peruana en lo que respecta a los derechos de los trabajadores. Estaba nerviosa mi primer día. Yo estaba sola delante de 16 caras nuevas, con la esperanza de darles algo que valga su tiempo, y tener que hacerlo en español. El español es mi segundo idioma, y aunque puedo comunicarme efectivamente, no tengo ilusiones de que será perfecto. El único consuelo fue que yo había ayudado a nuestro facilitador peruano Luis en varias clases con estos jóvenes, y parecía que yo les agradaba. Esperaba que su paciencia combinada con mis esfuerzos, sería suficiente para suavizar los problemas de idioma que seguro encontraríamos. Mi esperanza fue recompensada.
Durante los 10 días del curso (4 horas al día) vi a los jóvenes crecer en confianza para escribir currículos, abordar una entrevista y reconocer los problemas de seguridad en el lugar de trabajo, y crecí en confianza en mi capacidad de enseñar, incluso en un segundo idioma. También me di cuenta que algunas dudas que yo tenía sobre su deseo de participar eran infundadas. La mayoría de ellos participaron activamente, y muchos mostraron habilidades para el liderazgo que yo no había visto anteriormente. Comencé a ver la realidad de todas las frases “cliché” que hablan de las recompensas de los maestros. Cuando llegué a conocer a cada estudiante, encontrar un nuevo lado de ellos era como recibir un regalo. Su crecimiento parecía el mayor logro.
Ahora estoy haciendo la preparación para un nuevo curso sobre emprendimiento, y muy emocionada de una vez más reunirme con estos jóvenes y pasar más tiempo con ellos. Tengo más ganas de ver a la chica que aparentemente es la más tímida en la clase, pero que siempre se ofrece a leer, o el gracioso de la clase que siempre está presente para su grupo, o la joven que es una líder del grupo con mucha pasión, y de todos y cada uno de los estudiantes. El curso se centrará en los fundamentos para la identificar la mejor idea de negocio; estoy segura que estaré muy impresionada por sus ideas y pasión. Prepárense, no hay duda de que voy a escribir más sobre estos jóvenes innovadores, y probablemente con algunos otros “clichés”.
Nicole Secker
Kuhusu mimi
Soy de Halifax Canadá. Es una ciudad mediana en la costa oeste de Canadá. Ya he estado con el proyecto de Eqwip Hubs por 1 año y 10 meses, y me encanta mi posición como Facilitadora. Es un placer de encontrar cada vez con mis estudiantes. Me encanta enseñar y también yo aprendo mucho de mis estudiantes.